Los beneficios para la salud de la calefacción por infrarrojos

Innovar significa ver lo que todo el mundo ha visto y pensar lo que nadie ha pensado.

STEPHEN RANDELL

Puede parecer un poco extraño que el sistema de calefacción de su casa o lugar de trabajo pueda tener beneficios para la salud (¡además de mantenerle caliente!), pero el calor infrarrojo se utiliza desde hace mucho tiempo en diversas prácticas curativas. Muchos tratamientos terapéuticos incorporan la radiación infrarroja (por ejemplo, la fisioterapia para aliviar el dolor) en su tratamiento.

Reducción de alergias

Los sistemas de calefacción convencionales utilizan el calentamiento por convección,
donde el aire se calienta. El aire caliente sube en la habitación
encima (otra desventaja de la calefacción central convencional), ya que
levantar el polvo y otros alérgenos de la habitación. El mando a distancia
El calentamiento por infrarrojos del 100% es seguro, y numerosos estudios lo han demostrado.
incluido el Instituto Nacional Sueco de Protección Radiológica
estudios realizados en.

Reduce el dolor y la rigidez de las articulaciones

Amplios estudios y ensayos clínicos realizados en Japón y Estados Unidos han demostrado que el tratamiento con infrarrojos "reduce gran parte de la rigidez, las molestias y los dolores asociados al envejecimiento".

Fortalecimiento del sistema inmunitario

El calentador de infrarrojos genera longitudes de onda cálidas que el cuerpo absorbe de forma natural. Este calor adicional ayuda a nuestros capilares a dilatarse de forma natural, lo que aumenta la oxigenación y la regeneración de los glóbulos rojos, ambos cruciales para desintoxicar nuestros órganos principales.

Corazones sanos

Las investigaciones de la NASA han demostrado que la aplicación de calor infrarrojo (lejano) en el sistema cardiovascular favorece el funcionamiento saludable del corazón de los astronautas en el espacio.

Mejora de la circulación sanguínea

El calor infrarrojo dilata los capilares del cuerpo, lo que mejora enormemente la circulación sanguínea. El calor infrarrojo aumenta el riego sanguíneo a los músculos y la mejora de la circulación ayuda a aliviar las heridas y los dolores musculares.